La historia contada en el filme, muestra cómo un barbero judío pierde la memoria tras participar en un enfrentamiento bélico. Al volver en sí, cuatro años después, descubre que su nación está ahora bajo el dominio del dictador Hynkel, satírica representación de Hitler en la ocupación.
Tras una serie de cómicos enredos, el protagonista resulta confundido con el mismísimo Hynkel, y se le pide que dé un discurso para alentar a las tropas.
Tras escuchar la sinceridad y tremenda fuerza con que Chaplin -rompiendo su silencio artístico- habla no sólo a los pueblos europeos, sino a los humanos como comunidad universal, me pareció importante compartir este video con ustedes.
Las palabras mantienen su vida, y cobran un brillante significado, si se piensa que a más de medio siglo de distancia, la violencia política y las injusticias sociales, continúan alimentando los miedos que silencian y oprimen.
El llamado de Chaplin es tan inmortal cuanto universal. La vigencia del texto, si se ve como manifestación literaria de resistencia, puede trasladarse a cualquier momento y lugar de la historia humana...
Y del mismo modo en que Chaplin se atrevió a usar la palabra en 1940, en plena segunda Guerra Mundial, para denunciar la demencia de esas obscuridades, nosotros podremos revisar las muchas voces que en Nuestra América y el mundo, claman por libertades, realidades y esperanzas...