Laberinto

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El círculo eterno, el múltiple verso, el siempre y lo todo que somos

sábado, 3 de diciembre de 2011

De resistencia y femineidad: Eréndira ikikunari

Eréndira ikikunari...
Eréndira, la indomable.
Eréndira, cantar de la que sube a la bestia, se le encarama, y uniéndose a ella entona este grito.
El grito es único cuando lleva en sí mismo un latido más grande.
La voz tuya, que recoge las voces rotas de esas hermanas muertas, de tu laguna tomada...
De tu casamiento forzado, de la sumisión exigida, de las piedras calientes, de la espera indeseada.
Eréndira, eres tú el nombre que -eterno- no espera permanecer, sino hacer de su historia una razón. La primera razón y la última consecuencia.
Eréndira, tú eres como la mujer que quiero reconocer en mí cuando me asomo al azul imperfecto de tu laguna.
Te escribo esto, y pienso en el último ritmo de día que tuviste, cuando decidiste subirte a ese caballo.
Te escribo y te recuerdo, queriendo imaginar tu rostro, para entender cómo serían tus manos.
¿Qué antiguos rincones pisaron tus palabras, por estas tierras, desiertas de sol, cansadas de llorar, por la llegada no buscada?
Eréndira... busco tu nombre.
Y él es lo único que en ti me encuentra.

Con el impulso único de la lucha por lo indígena, por lo propio, por la dignidad humana.
Eréndira, es la figura de la resistencia purépecha ante la conquista, por parte de los españoles.
Su nombre está en el relato de su vida, leyenda del siglo XVI, que cuenta la manera en que esta joven mujer (no tendría más de 20 años), se rehusó a casarse con un guerrero de su pueblo, en los tiempos en que avanzaba la contienda militar española, a los rumbos que actualmente reconocemos como Michoacán.
Eréndira, en un acto de abrasiva osadía, enfrenta las costumbres de su propia gente, robándose un caballo de los soldados españoles y aprendiendo a montarlo. Este acto de dominación del animal -resquebrajando el temor que se le tenía al considerarlo monstruoso e ingobernable- era una muestra de entendimiento del otro, una apropiación metafórica del rostro ajeno, llevándolo a su medio: Convirtiéndolo en legendario.
El desafío a las convenciones va más allá de la ruptura que Eréndira hace del encuentro con los extraños barbados: la lucha es al mismo tiempo, una reivindicación de lo considerado femenino, de lo que se esperaría de una mujer, en su propia cultura. No enfrenta a un sólo enemigo, sino que transgrede los prejuicios de su gente, y se gana el respeto de los guerreros hombres de su comunidad.
Rompiendo imágenes de sociedad y guerra, la joven lidera una de las más poderosas líneas de resistencia indígena en el México de la conquista. 
En el 2007, se estrenó la propuesta cinematográfica del director Juan Mora Catlett, Eréndira Ikikunari, recreación histórico-simbólica de la leyenda purépecha, realizada con el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (FOPROCINE) y el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE).
Al respecto, Catlett dijo que: 
"Una de las cuestiones en Eréndira es la dignificación de la conquista de México, porque siempre se ha manejado en la enseñanza oficial, que un puñado de españoles de alguna manera mágica conquistaron a cientos de pueblos indígenas. Cuando esta llamada Conquista fue una especie de guerra entre los pueblos indígenas fomentada por los españoles, quienes al final, cuando habían dividido a todos, tomaron el control... un evento catastrófico."

"Otro elemento que me interesó es que los purépechas son una cultura viva, son los dueños de la historia de Eréndira: por medio de la tradición oral la leyenda ha sido embellecida, modificada, idealizada a través de las generaciones, como sucede con todas las tradiciones de la memoria oral; quién mejor que ellos para representar la historia de Eréndira; no me pareció correcto hacerla con actores chilangos, hablada en español. Lo natural era filmarla con ellos, hablada en purépecha, rodarla íntegramente en Michoacán y utilizar los paisajes de ahí..."

(Eréndira Ikikunari, la Conquista desde la visión de los indígenas, en La Jornada digital, http://www.jornada.unam.mx/2007/05/11/index.php?section=espectaculos&article=a10n1esp

A continuación, el video promocional de la película:


El pequeño texto con que empieza esta entrada, es un juego de intenciones, en el que se me ocurrió hablarle a Eréndira: apropiarme de una voz que considero mía, pero que es también hija de la leyenda, para entender a la joven guerrera. 
Quise escribir de ella, y para ella.
Hablarle, de latinoamericana a latinoamericana. 
Pero fundamentalmente, de mujer a mujer.


-VaLeNTiNa


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